martes, 7 de octubre de 2014

Cuarto día. Seguímos por La Habana, hoy el Cementerio de Colón

2 Diciembre 2009

Cuarto día. Seguímos por La Habana, hoy el Cementerio de Colón

Dejé aquella panorámica desde la ventana del hotel y la frialdad que supone vivir en él, para adentrarme en la Cuba más profunda. Una panorámica mucho más distinta veré desde éste cuarto día, al pasar a una casa particular. Donde convives y ves la forma de vida, mucho más cercana., a parte de todas las historias que ellos te cuentan. Me subí en un taxi rumbo a casa de Teresa. Allí, me invito a riquísimo zumo de papaya, Me hizo la ficha, con ella te permite salir por la calle y sí las fuerzas de seguridad te piden un documento, les sirve éste y así no hace falta llevar todo el día el pasaporte con el riesgo de perderlo. Porque sí así fuese, la demora de tanto papeleo te puede provocar perder el vuelo de vuelta.

Salí de casa y me dediqué a andar para buscar un taxi. Se me hizo bastante tarde, ya que pasé un buen rato hablando con Teresa y su cuñada. Me preguntó un mulato, desde un Golf rojo, que sí quería un taxi. Nos pusimos hablar de su coche y se ofreció a llevarme a la Plaza de la Revolución. El hombre recibió de la herencia de su padre, el coche. Que lo compró en Alemania, que su padre fué marino.
Este es el memorial de José Martí. Costruido por el dictador Batista. Empezaron en 1953 en el centenario de su nacimiento y fué terminado en 1959. La torre que mide 109 m. tiene un mirador al que no pude subir, ya que el ascensor estaba estropeado. Debajo hay una sala de actos que se utiliza cómo auditorio.
Ayer mientra descansaba en un parque, me puse a conversar con una pareja de Alcalá de Henares. Mi sopresa fué cuando les vuelvo a ver. Hablamos un buen rato y nos pusimos a hacer fotos. Plaza de la Revolución, al fondo, el Ministerio del Interior con la escultura de hilo de bronce de Che Guevara, que fué terminada en 1995.

Nos fuímos a tomar un café y un refresco de lima y limón, hasta la misma puerta del cementerio de Colón. Quedé con ellos otro día pero la mala suerte les impidió encontrar el teatro Antonio Marceo, donde quedé con ellos y ésta vez fué la última vez que les ví. Una pareja muy maja.

Ellos me advirtieron que la entrada costaba 5 CUC, más otros 2 por llevar la cámara. Por lo tanto, me adentré con la intención de colarme, al ver que no había ninguna entrada marcada. Andé, andé, andé y nadie me echó el alto. Cuando ya estaba dentro, pero cerca de la puerta, me quedé alucinado por un coche fúnebre de los años cincuenta.

Mientras fotografio el vehículo, se acerca un hombre con uniforme y me pregunta sí he compredo el billete. Le digo que no y me dice que lo tengo que hacer, para estar allí. De repente le contesto, tengo que pagar, sí vengo de visita. Le expliqué que venía a ver la tumba de mi abuelo. Se quedó extrañado y llamó a otro hombre. Le pide que se acercara y en el momento que se acercó, me pregunta éste último que donde iba. Mi imaginación se disparó y lo primero que me vino a mi mente fué, que murió hacía muchos años, no me acuerdo que fecha le dije y que se encontra más o menos en la tercera calle a la izquierda. De repente se queda pensativo la tercera persona y dice. Por la zona de los asturianos y le contesté, puede ser ya que él lo era. Jejeje, y gracias a esa respuesta me dejaron pasar y no me estafaron por entrar a un cementerio. Me pareció bastante patético, cobrar una entrada para visitar un sitio cómo aquel.

Es cierto, el cementerio tiene unas preciosas tumbas.
Monumentos fúnebres a caidos en actos de servicio.

Un pequeño mausoleo para los trabajadores de la compañia electrica.


Monumento que honra a los estudiantes asesinados durante el ataque al palacio presidencial de Batista en 1957.

La Capilla Central fué construida a finales del siglo XIX. Me imagino que se lamará así, porque se encuentra en la avenida central del cementerio.

Tumbas que impresionan.

Las víctimas de la Caridad. Panteón monumental que guarda las tumbas de las víctimas de un accidente  ocurrido en 1890 en una ferretería.

Impresiona cualquier rincón de la necrópolis.

Me encantó la piramide, por romper todos los moldes del camposanto.


La Milagrosa es la tumba de Amelia Goyri que murió junto a su hija al dar a luz en 1901, cuando sólo tenía 24 años. Ambas fueron enterradas juntas. Según cuenta la leyenda, la tumba fué abierta unos años despues, encontrandose el cuerpo de la madre intacto con la criautura en brazos. Este "milagro", y el hecho de que su desconsolado esposo visitara la tumba todos los días y nunca le diera la espalada, convirtió a Amelia en el símbolo  de amor maternal y protectora de las embarazadas.

Ojos que miran, pero que no ven.

Me encontré hasta replicas de La Piedad, cómo podeís ver.

Y con ésta foto doy por concluido éste paseo por el cementerio, se trata de una tumba de principios del siglo XX.


Haciendo tiempo para mi cita de las 19.30, fuí dando un paseo en dirección a la Avenida de Salvador Allende (antes Carlos III, el mejor alcalde de Madrid, o eso dicen) me encontré con las futuras promesas del deporte rey.


Y todo esto ocurría en el Estadio José M. Pérez.


Llegué a mi cita. Un antiguo palacete de alguna ricachona, convertido en una Casa de la Cultura.  Allí pude observar que se daban clases de baile, canto, teatro, y muchas más actividades. Creí que habían empezado, pero no, estaban con una especie de ejercicios para ir calentando motores.

En la obra de teatro interactua el público. Según iba pasando el tiempo, aparecía más gente y así nos pepartíamos el trabajo.

La mujer que llevaba la función, nos pidió que contaramos al resto del público y a los actores, alguna experiencia que habíamos vivido.

Luego los actores,  tenían que interpretar las diferentes historias que íbamos contando.

Estos dos espontáneos que por lo visto estudian interpretación, se atrevieron a salir.

Aquí me hice coleguilla de un chico bilbaino, llamado Javi. Él tambien conocia a Bea, la chica que sale sujetando el taburete. Con ellos, con los actores y parte del público nos fuímos de botellón en medio de una acera junto al parque de la iglesia del Sagrario Corazón. La verdad que lo pasé en grande, conversando, hablando de cine con Ana, una escritora. Más tarde, cuando parte del grupo se fué a sus casas, nos quedamos unos cuantos para seguir el botellón a el Malecón. Lástima que no hiciese ninguna foto de noche, ya que había muy poca luz y odio el flash. De  allí nos fuimos sobre las 2.00 y me acercaron hasta el portal donde tenía mi habitación.

8 comentarios · Escribe aquí tu comentario

TERESA santomil gonzalez

TERESA santomil gonzalez dijo

Precioso reportaje, bonitas fotos, impresionantes, los cementerios
deve ser un lujazo ser enterrado en uno de esos panteones
joer, aqui somos pobres asta pa eso
felices fiestas te deseo ya desde ahora
que, felicidad y mortaja del cielo baja, asi que tu pasalo bien
un saludo
gritosdesesperados

gritosdesesperados dijo

Esto ya empieza a ser muy envidiado por mi parte...dios, que maravillas!!!
desde luego, no perdiste el tiempo!!!
besos, espero que quede más...
diasazules

diasazules dijo

¡¡QUe interesante!!!
me doy cuenta que tu
has visto allí muchas
más cosas que nosotros.
BESOS
colegui

colegui dijo

Teresa.
Creo que una visita al cementerio de la Almudena, en Madrid, te hará cambiar de opinión. Me parece tan bonito cómo éste. Lo único, que el de Colón es mucho más pequeño que el madrileño y por lo tanto está más concentrado. Un besote.
Gritos Desesperados.
Jajaja, sí es que me da la sensación de que en el fondo no me conoces bien. Tú crees que estoy todo el día de fiestuqui. Aunque al final de este día lo estuve...
Un besote
Diasazules.
Sí es cierto, gracias a Bea, conseguí relaccionarme con un montón de gente. Un besote
TERESA santomil gonzalez

TERESA santomil gonzalez dijo

No conozco el cementerio de la Almudena, durante muchos años
vivi en la Plaza Bami, en Ventas, mas cerca imposible y nunca entre
A mi me gustan los cementerios pequeños, los grandes me ponen el
cuerpo mirando para Cuenca al ver tanta masificacion de tumbas me
entran ganas de vomitar, me pongo mala de las nauseas,no resisto
asi que ahora que vivo en Torrejon de Ardoz, ya sera dificil verlo
subo a Madrid, para ver otros muertos diferentes y mas gratos
los del Museo del Prado, y del Reina Sofia
un abrazo
Gabriela

Gabriela dijo

Muy bueno que te des el tiempo de contar tu viaje, que te servirá mucho para no olvidar detalles entretenidos. Bonitas fotografías, curiosas algunas, y espero que el relato continúe y nos cuentes sobre la vida cotidiana de los cubanos.
¿Quién asume los costos de esas enormes tumbas?...¿Actualmente se siguen construyendo de ese tamaño, o esas no pasan de la década del 50 del siglo pasado?
Caperucita Morbosa

Caperucita Morbosa dijo

Jo que pasada¡¡¡¡ que bonito¡¡¡¡ a mi me impresionó muxo el cementerio de Milán, bueno sólo hasta dónde pude llegar. Y es impresionante ver semejantes tumbas, con esas esculturas encima de ellas.
Lo mejor de todo es el haberte relacionado con tanta gente que seguro te han aportado un montón de buenos momentos y sensaciones. Si es que eres un "charrinas" como decimos aquí (traduzco: que hablas con todo el mundo jejeje)
Que envidia me das jodío¡¡¡¡ jajajaja.
Besucos

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